Te perdoné hace poco por nunca haber rogado mil disculpas.
Porque en vez de pedir mil veces, una sola pediste mil por una.
¿habrá sido la fiebre del todo a mil?
Te regalé un perdón hace menos tiempo aún, por la generosidad que no tenia cuando me pediste mil perdones a la vez.
Y ahora te puedo volver a extrañar y decirte, con la mediosa mierdosa semidiosa esperanza de que sin querer me hagas amarte, y lograr por fin recordarte mas allá del seguro hecho de tu existencia en algún lugar, en algunas bocas que también son recuerdo...
Como el pico perfecto,
La infancia perdida perfectamente recuperada, jugando con los modos de los adultos, en la cama
En la boca
lo de arriba
Y lo de abajo.
Amor antihigiénico y amoralizante
Sexo con amor y calor de las tripas
Algo nos tenemos que haber creído... para besar tan bien, tanto habito con el de abajo, tanta lengua revolcándose, tanto revolcón.
Tanta decisión de estar enchufados todo el tiempo.
Tanta precisión de vacuidades
de los espacios
de los tiempos.
Conversar.
Conversando con otros mientras debajo de la frazada.
Tus dedos jugando detrás de mi ombligo
Por atrás
Entremedio
Por la carne, la parte cruda
La parte abierta.
Y mis labios
Conversando con el ojo que derramaba nuestro amor.
Pirigüines desbordados que hacen rondas...
Infecundantes de la vergüenza que me ronda.
Me da vergüenza.
Atroz vergüenza.